Nuestra misión es formar niños, adolescentes y jóvenes para que desarrollen su vida inspirada en la perfección enseñada por Cristo, aspirando siempre a metas más elevadas. Queremos que sean virtuosos, vivan en oración y encuentren fortaleza en la Cruz y la Madre de Dios. Si fallan, deben arrepentirse y reparar sus faltas. Es fundamental que participen en la vida sacramental y valoren la Santa Misa, además de profundizar en la doctrina católica, pues solo se ama lo que se conoce.
Siguiendo el ejemplo de la Virgen y San Luis Rey, deben proteger la Iglesia y la Fe, amar su Patria y fortalecer la familia, siendo ejemplo como hijos, madres y padres. Su compromiso debe reflejarse en el cumplimiento de sus deberes, el respeto al prójimo y la fidelidad a su palabra. Han de ser generosos, proteger a los más vulnerables y luchar siempre por el bien y la verdad.
El amor a Dios debe impulsarlos a entregarse por la salvación de las almas. Por ello, buscamos que posean una formación intelectual sólida, que armonice la religión con los conocimientos científicos y tecnológicos, empleándolos responsablemente para el bienestar de la humanidad.